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Lambayeque, a una sola voz: #NiUnaMenos
Chiclayo, 18 de septiembre de 2016
Por Karen Díaz Valdez
El pasado 13 de agosto, fuimos parte de una movilización nunca antes vista en nuestra ciudad. En las calles de Chiclayo miles de personas marcharon para visibilizar la violencia contra la mujer y para hacerles saber a ellas que no están solas, ni lo estarán jamás.
El movimiento Ni Una Menos surgió en las redes sociales, canalizando la indignación nacional por los casos de las sobrevivientes de intentos de feminicidio, Lady Guillén y Cindy Contreras. A ellas, como a muchas mujeres peruanas, la justicia nacional les dio la espalda. El grupo de Facebook Ni Una Menos acogió a todas las mujeres violentadas que hicieron fuerza para compartir su historia, buscando justicia. En un país donde 7 de cada 10 mujeres han sufrido violencia de género en sus múltiples formas, estas historias de dolor gritaron al mundo que no son sólo estadísticas. Así, para hacerse visible y urgente, se convocó a una movilización nacional que tenía como símbolo dos manos femeninas entrelazadas por los meñiques, con el lema “¡Tocan a una, nos tocan a todas!”
En nuestra ciudad, colectivos feministas, civiles y diversas instituciones se hicieron uno en la plataforma Ni una menos, Lambayeque, que se encargó de esta movilización. La plataforma organizada en comisiones de logística, coordinación, arengas, entre otras fueron las responsables de tamaña movilización. La colectiva Ovarios Libres, la Marcha Mundial de Mujeres, la Comunidad Campesina de Kañaris, colectivos LGTBI, Amnistía Internacional, comunidades de todos los distritos de Lambayeque, sindicatos, instituciones, organizaciones, batucadas y cientos de ciudadanos independientes tomaron las calles para decir basta a todo aquello que afecte o limite a las mujeres lambayecanas.
Desde la plazuela Elías Aguirre, Grau, Bolognesi, Sáenz Peña, Pedro Ruiz y Balta, hasta el parque principal, cuadras y cuadras de chiclayanos pidiendo equidad de género, igualdad de oportunidades y repudiando la violencia en todas sus formas, en una lucha que había nacido por y para las mujeres. Familias completas, niños y niñas, jóvenes y ancianas se reunieron para corear un ¡No a la violencia! ¡Mujeres, unidas, jamás serán vencidas!
Las voceras de la plataforma cerraron la movilización recordando que no era sólo una celebración de esta muestra de unidad femenina, sino una voz de protesta y un compromiso con todas las mujeres en nuestra vida diaria. En Lambayeque se lucha por políticas públicas de equidad de género, por un proceso efectivo ante la violencia, por una cultura de prevención y un adecuado Centro Emergencia Mujer, para todas.Testimonios, clamor por justicia, víctores y música cerraron la movilización.
A nivel nacional, hemos sido testigos de la marcha más grande de nuestra historia. Así, todas las mujeres, florecientes en sus diversidades, pueden confiar en la fuerza que da la unión femenina y nunca más guardar silencio. ¡Se meten con una, se meten con todas!
El movimiento Ni Una Menos surgió en las redes sociales, canalizando la indignación nacional por los casos de las sobrevivientes de intentos de feminicidio, Lady Guillén y Cindy Contreras. A ellas, como a muchas mujeres peruanas, la justicia nacional les dio la espalda. El grupo de Facebook Ni Una Menos acogió a todas las mujeres violentadas que hicieron fuerza para compartir su historia, buscando justicia. En un país donde 7 de cada 10 mujeres han sufrido violencia de género en sus múltiples formas, estas historias de dolor gritaron al mundo que no son sólo estadísticas. Así, para hacerse visible y urgente, se convocó a una movilización nacional que tenía como símbolo dos manos femeninas entrelazadas por los meñiques, con el lema “¡Tocan a una, nos tocan a todas!”
En nuestra ciudad, colectivos feministas, civiles y diversas instituciones se hicieron uno en la plataforma Ni una menos, Lambayeque, que se encargó de esta movilización. La plataforma organizada en comisiones de logística, coordinación, arengas, entre otras fueron las responsables de tamaña movilización. La colectiva Ovarios Libres, la Marcha Mundial de Mujeres, la Comunidad Campesina de Kañaris, colectivos LGTBI, Amnistía Internacional, comunidades de todos los distritos de Lambayeque, sindicatos, instituciones, organizaciones, batucadas y cientos de ciudadanos independientes tomaron las calles para decir basta a todo aquello que afecte o limite a las mujeres lambayecanas.
Desde la plazuela Elías Aguirre, Grau, Bolognesi, Sáenz Peña, Pedro Ruiz y Balta, hasta el parque principal, cuadras y cuadras de chiclayanos pidiendo equidad de género, igualdad de oportunidades y repudiando la violencia en todas sus formas, en una lucha que había nacido por y para las mujeres. Familias completas, niños y niñas, jóvenes y ancianas se reunieron para corear un ¡No a la violencia! ¡Mujeres, unidas, jamás serán vencidas!
Las voceras de la plataforma cerraron la movilización recordando que no era sólo una celebración de esta muestra de unidad femenina, sino una voz de protesta y un compromiso con todas las mujeres en nuestra vida diaria. En Lambayeque se lucha por políticas públicas de equidad de género, por un proceso efectivo ante la violencia, por una cultura de prevención y un adecuado Centro Emergencia Mujer, para todas.Testimonios, clamor por justicia, víctores y música cerraron la movilización.
A nivel nacional, hemos sido testigos de la marcha más grande de nuestra historia. Así, todas las mujeres, florecientes en sus diversidades, pueden confiar en la fuerza que da la unión femenina y nunca más guardar silencio. ¡Se meten con una, se meten con todas!
Cámara: Willy Araujo y Omar Mendoza (Agenda CIX)
Fotografía: Omar Mendoza
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