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La situación de los artistas en el sector educación frente al COVID-19 (parte I)
Chiclayo, 2 de junio de 2020
Por Carlos Mendoza Canto
Para nadie es un secreto que el artista peruano sostiene su expresión artística, su vida personal y familiar, realizando actividades económicas y productivas diversas de manera paralela a su condición natural como, por ejemplo, la impartición de clases; ejerciendo una substancial labor docente en la realización de talleres programados individualmente o también como miembro de un grupo o colectivo, por encargo o por convocatoria, para instituciones públicas y/o privadas, así también en/con colegios y universidades.
Esta estrategia le ha permitido al artista su subsistencia, organizando eficientemente sus tiempos y compartiéndolos con su condición de creador; empero, al mismo tiempo, recubriendo las deficiencias del reconocimiento laboral, económico y de asistencia social por parte del aparato público, mellando de manera soslayada en la autoestima y el reconocimiento respecto a su aporte en la sociedad, un contexto que permite la natural incertidumbre y sensación de desamparo de los artistas, al no estar visibilizados en la ayuda que el Estado otorga, y urge, hoy. A los proyectos de formación y los artístico - públicos truncados se le suma, y agrava, la ausencia de una data nacional respecto de quiénes son y qué hacen los actores del arte y la cultura que contribuyen en el cumplimiento de las políticas nacionales de la entelequia nacional, declaradas como política nacional hacia el 2030.
Aún así, este binomio de relación armoniosa entre arte y educación ha permitido a lo largo del tiempo la gestación de innumerables proyectos artístico – educativos, de responsabilidad social, interculturalidad, derechos culturales, en las diversas líneas del arte, música, canto, coro, teatro, artes plásticas, danzas folclóricas, bailes modernos, fotografía, cine, producción literaria, video y otros. Así también, ha gestado y ejecutado actividades artístico culturales y sociales para la reinserción social, realizadas a veces de manera independientemente como parte de las búsquedas de los propios creadores o ejecutadas a través, y con, instituciones públicas y/o privadas, nacionales e internacionales, demostrando con ello el importante rol que cumplen los artistas-docentes en los procesos de acercamiento al arte y el ejercicio pleno de los derechos culturales de todo ciudadano, consagrado en el artículo 2 numeral 8 de la constitución política “Toda persona tiene derecho: A la libertad de creación intelectual, artística, técnica y científica, así como a la propiedad sobre dichas creaciones y a su producto. El Estado propicia el acceso a la cultura y fomenta su desarrollo y difusión”. Así como también en la construcción de la política cultural nacional en concordancia con la Declaración de los Derechos Humanos y los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODS), en ese sentido el Estado Peruano, como miembro de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), reconoce los derechos y libertades culturales como eje fundamental del desarrollo humano a través de la “Declaración Universal de la Diversidad Cultural”. Declaraciones y enunciados que las instituciones nacionales en la práctica no han atendido, entendido o comprendido.
Esta estrategia le ha permitido al artista su subsistencia, organizando eficientemente sus tiempos y compartiéndolos con su condición de creador; empero, al mismo tiempo, recubriendo las deficiencias del reconocimiento laboral, económico y de asistencia social por parte del aparato público, mellando de manera soslayada en la autoestima y el reconocimiento respecto a su aporte en la sociedad, un contexto que permite la natural incertidumbre y sensación de desamparo de los artistas, al no estar visibilizados en la ayuda que el Estado otorga, y urge, hoy. A los proyectos de formación y los artístico - públicos truncados se le suma, y agrava, la ausencia de una data nacional respecto de quiénes son y qué hacen los actores del arte y la cultura que contribuyen en el cumplimiento de las políticas nacionales de la entelequia nacional, declaradas como política nacional hacia el 2030.
Aún así, este binomio de relación armoniosa entre arte y educación ha permitido a lo largo del tiempo la gestación de innumerables proyectos artístico – educativos, de responsabilidad social, interculturalidad, derechos culturales, en las diversas líneas del arte, música, canto, coro, teatro, artes plásticas, danzas folclóricas, bailes modernos, fotografía, cine, producción literaria, video y otros. Así también, ha gestado y ejecutado actividades artístico culturales y sociales para la reinserción social, realizadas a veces de manera independientemente como parte de las búsquedas de los propios creadores o ejecutadas a través, y con, instituciones públicas y/o privadas, nacionales e internacionales, demostrando con ello el importante rol que cumplen los artistas-docentes en los procesos de acercamiento al arte y el ejercicio pleno de los derechos culturales de todo ciudadano, consagrado en el artículo 2 numeral 8 de la constitución política “Toda persona tiene derecho: A la libertad de creación intelectual, artística, técnica y científica, así como a la propiedad sobre dichas creaciones y a su producto. El Estado propicia el acceso a la cultura y fomenta su desarrollo y difusión”. Así como también en la construcción de la política cultural nacional en concordancia con la Declaración de los Derechos Humanos y los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODS), en ese sentido el Estado Peruano, como miembro de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), reconoce los derechos y libertades culturales como eje fundamental del desarrollo humano a través de la “Declaración Universal de la Diversidad Cultural”. Declaraciones y enunciados que las instituciones nacionales en la práctica no han atendido, entendido o comprendido.
Nunca estará demás señalar, y aun más en esta situación, incidir en que las expresiones artísticas afirman a los individuos dentro de una comunidad y los sitúan en una posición crítica y de auto reflexión sobre el tiempo y espacio que nos toca vivir, como el de hoy frente a la pandemia COVID-19, por lo que no se puede parar, por lo que hay que encontrar nuevos mecanismos para hacer ejercicio del derecho de acceso a la cultura y la artes y con ello generar las dinámicas necesarias para apalancar nuestro sector.
Vivimos una dura y difícil situación y comprendemos todos los esfuerzos del gobierno, por lo que proponemos que también nos mire y vea la vital importancia de nuestro sector, estamos claros que debemos sacar de esta situación la mejor lección, visibilizando la importancia del sector cultura para el desarrollo de la sociedad, otorgándole a sus actores condiciones favorables para su desempeño, así como el justo reconocimiento social y económico que en la práctica no se ha dado; toca cumplir, cambiar, sincerar, mejorar y sobretodo transversalizar.
Vivimos una dura y difícil situación y comprendemos todos los esfuerzos del gobierno, por lo que proponemos que también nos mire y vea la vital importancia de nuestro sector, estamos claros que debemos sacar de esta situación la mejor lección, visibilizando la importancia del sector cultura para el desarrollo de la sociedad, otorgándole a sus actores condiciones favorables para su desempeño, así como el justo reconocimiento social y económico que en la práctica no se ha dado; toca cumplir, cambiar, sincerar, mejorar y sobretodo transversalizar.
La larga historia de relación arte con la educación y su poder sensibilizador, integrador y democratizador han posibilitado también, antes y ahora, la creación de áreas de arte y cultura dentro de los recintos educativos, otorgándole a estos objetivos concretos en formación académica considerándolos incluso dentro de las competencias genéricas durante la formación profesional de los educandos. Los centros culturales universitarios y/o centros culturales binacionales han estado siempre abocados al otorgamiento de cursos - talleres dentro de su propuesta de política cultural de acceso al arte y la cultura, otorgando a los artistas docentes oportunidades de empleo temporal. Los que parecían hasta este momento ser suficientes, ahora vemos que no es así, que en situaciones de paralización nacional, somos parte de los más vulnerables.
Sin embargo, hasta la actualidad, el sistema político no ha sido capaz de otorgarle verdaderas condiciones de reconocimiento y vinculo laboral con las instituciones para la que prestan sus servicios, habiendo sido considerados siempre como “trabajadores independientes” y a contrato temporal; figura de trabajador independiente que ha creado el espacio, seguramente sin la intención, para condiciones indignas para muchos trabajadores en diversos sectores.
Dada la situación de inmovilidad social y no agrupamiento colectivo, indicado por el Ministerio de Salud, no se han iniciado talleres de arte en ningún espacio educativo, ni en centros culturales o espacios denominados casas de arte, y los que estuvieron programados para otorgarse en abril se cancelaron, acrecentando la vulnerabilidad del artista –docente; ahora mismo, durante la redacción de este articulo, el presidente del Perú anunciaba a la opinión pública la postergación por tiempo indefinido de las clases escolares presenciales a recomendación del Ministerio de Salud, agravando la situación y haciéndola mucho más preocupante por la extensión del tiempo.
Sin embargo, hasta la actualidad, el sistema político no ha sido capaz de otorgarle verdaderas condiciones de reconocimiento y vinculo laboral con las instituciones para la que prestan sus servicios, habiendo sido considerados siempre como “trabajadores independientes” y a contrato temporal; figura de trabajador independiente que ha creado el espacio, seguramente sin la intención, para condiciones indignas para muchos trabajadores en diversos sectores.
Dada la situación de inmovilidad social y no agrupamiento colectivo, indicado por el Ministerio de Salud, no se han iniciado talleres de arte en ningún espacio educativo, ni en centros culturales o espacios denominados casas de arte, y los que estuvieron programados para otorgarse en abril se cancelaron, acrecentando la vulnerabilidad del artista –docente; ahora mismo, durante la redacción de este articulo, el presidente del Perú anunciaba a la opinión pública la postergación por tiempo indefinido de las clases escolares presenciales a recomendación del Ministerio de Salud, agravando la situación y haciéndola mucho más preocupante por la extensión del tiempo.
Carlos Mendoza Canto
Gestor cultural, administrador, actor, director y productor teatral. Ha realizado importantes proyectos artísticos y de actividad cultural en temas de identidad, cultura viva y patrimonio cultural. En 2010 recibió el Premio Nacional a la Gestión Pública y el Emprendimiento otorgado por el Ministerio de Trabajo. Ha trabajado en el Teatro Nacional del Instituto Nacional de Cultura, en el Centro de Artes Escénicas de la Municipalidad de Lima, en el teatro de la Universidad Católica (TUC), el Centro Cultural José María Arguedas del CAFAE-SE y la Dirección Regional de Cultura de Lambayeque. Actualmente es Director del Instituto de Cultura de la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo y fundador del TUSAT (Teatro Universitario de la USAT).
Gestor cultural, administrador, actor, director y productor teatral. Ha realizado importantes proyectos artísticos y de actividad cultural en temas de identidad, cultura viva y patrimonio cultural. En 2010 recibió el Premio Nacional a la Gestión Pública y el Emprendimiento otorgado por el Ministerio de Trabajo. Ha trabajado en el Teatro Nacional del Instituto Nacional de Cultura, en el Centro de Artes Escénicas de la Municipalidad de Lima, en el teatro de la Universidad Católica (TUC), el Centro Cultural José María Arguedas del CAFAE-SE y la Dirección Regional de Cultura de Lambayeque. Actualmente es Director del Instituto de Cultura de la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo y fundador del TUSAT (Teatro Universitario de la USAT).
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