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Poesía de Rebeca Urbina
El secreto de las piedras calientes
“a oscuras nace el sol/el fabuloso huevo”
Blanca Varela
Blanca Varela
Al fondo, donde se acaba el mar y el sol se sumerge todos los días a las seis de la tarde, las aguas deben ser calientes y verdes, como una sopa menestrón recién servida.
Una yema rebosante de aplomo se deja caer en cámara lenta, sabiéndose adorada y poderosa. Se hunde en la pecera de sopa y alumbra a los peces en sus travesías nocturnas. Recorre el fondo del mar como un submarino amarillo recalentado. Entrega sus mejores rayos a conchas y corales como ofrenda. Se recarga con anguilas que acuden a su paso. Toma recados de estrellas de mar para sus parientes de arriba. Cuenta hazañas a las focas y chistes a los delfines. Descansa en el Spa de algas medicinales. Cuando se le hace tarde para partir, rebota en el subsuelo y toma impulso con sus ondas eléctricas. Una pelota de basket es disparada por el mar hasta quedar varada en la canasta de nubes.
En la orilla se escuchan cantos borrachos:
“Los navegantes mienten. El sol gobierna el mar.”
Una yema rebosante de aplomo se deja caer en cámara lenta, sabiéndose adorada y poderosa. Se hunde en la pecera de sopa y alumbra a los peces en sus travesías nocturnas. Recorre el fondo del mar como un submarino amarillo recalentado. Entrega sus mejores rayos a conchas y corales como ofrenda. Se recarga con anguilas que acuden a su paso. Toma recados de estrellas de mar para sus parientes de arriba. Cuenta hazañas a las focas y chistes a los delfines. Descansa en el Spa de algas medicinales. Cuando se le hace tarde para partir, rebota en el subsuelo y toma impulso con sus ondas eléctricas. Una pelota de basket es disparada por el mar hasta quedar varada en la canasta de nubes.
En la orilla se escuchan cantos borrachos:
“Los navegantes mienten. El sol gobierna el mar.”
De Camping en el país de las maravillas
Boceto de Teología
“El arte de hacer dioses”, rezaba el anuncio. Nos dieron
cubos de barro y nos mostraron una carta estelar.
Charles Simic
cubos de barro y nos mostraron una carta estelar.
Charles Simic
Nunca me costó creer en Dios porque siempre me gustaron los cuentos. Los paisajes exóticos, los animales en el arca y los nombres antiguos hicieron de la Biblia uno de mis cuentos favoritos.
Mi primera duda de fe: si la serpiente que le ofreció la manzana a Eva sería la misma bruja que se la dio a Blancanieves muchos años después, cuando ya existían ropas y espejos.
Mi segunda duda fue por qué la manzana hizo despertar a una y dormir a la otra.
También me pregunté cómo pudieron ceder tan fácil ante una manzana, existiendo frutas mucho más ricas como las fresas, los mangos y las chirimoyas.
Una noche le hice estas preguntas a Dios durante mis oraciones antes de dormir.
Él se rió y luego me dijo que era solo un cuento, que yo podía cambiar las frutas, animales y nombres si me provocaba.
Al verme sonreír me hizo un guiño y cerró la ventana con un solo soplido, para que no me resfriara.
Ese día entendí por qué tiene tantos nombres alrededor del mundo. Seguro se los inventaron otros niños como yo.
Mi primera duda de fe: si la serpiente que le ofreció la manzana a Eva sería la misma bruja que se la dio a Blancanieves muchos años después, cuando ya existían ropas y espejos.
Mi segunda duda fue por qué la manzana hizo despertar a una y dormir a la otra.
También me pregunté cómo pudieron ceder tan fácil ante una manzana, existiendo frutas mucho más ricas como las fresas, los mangos y las chirimoyas.
Una noche le hice estas preguntas a Dios durante mis oraciones antes de dormir.
Él se rió y luego me dijo que era solo un cuento, que yo podía cambiar las frutas, animales y nombres si me provocaba.
Al verme sonreír me hizo un guiño y cerró la ventana con un solo soplido, para que no me resfriara.
Ese día entendí por qué tiene tantos nombres alrededor del mundo. Seguro se los inventaron otros niños como yo.
De Camping en el país de las maravillas
Borrón y cuenta nueva
La primera vez que me llamaste inútil
tuve que contar ovejas para poder quedar dormida.
Reinicié la cuenta tres veces como buena para nada.
Las ovejas se burlaban de mí al son de sus balidos.
La inútil del ojo morado. La inútil de la nariz roja.
La inútil que tartamudea hasta al contar en la mente.
La oveja número 576, cansada de reír, me dejó acariciar su lana
y soñé con ella brincando en la sala mientras yo recogía sus pelusas.
La segunda vez que me llamaste inútil,
tuve que contarle al padre que pequé
de malos pensamientos. A veces es difícil
mantener la mente limpia con la cabeza rota.
Dieciséis padrenuestros y veinte avemarías
me bastaron para redimirme y quedar dormida.
Soñé con un frasco de lejía
derramándose en el piso mientras
yo intentaba secarlo.
La última vez que me llamaste inútil
tuve que contar aviones con los ojos cerrados.
Bastaron diecinueve para lograr abrir el ojo izquierdo.
Veintiséis para respirar por la nariz. Treinta y siete
para abordar. Mi vuelo es el 2579. Empiezo a contar nubes.
Creo que soñaré.
Inédito
Poesía de Rebeca Urbina publicada en Agenda CIX el 22 de agosto de 2016.
Rebeca Urbina Balbuena (Lima, 1983)
Poeta y gestora cultural. Vive y muere por su hijo Vicente, de dos años, a quien considera su mejor poema. Formó parte de talleres de poesía dirigidos por Carmen Ollé, Miguel Ildefonso y Victoria Guerrero. Participó en festivales y diversos recitales de poesía. Trabajó en el equipo del III FIPLima. El año 2014 obtuvo el Premio Scriptura que otorga la Comisión de escritoras del PEN Internacional del Perú, por el cual fue publicado su primer poemario Camping en el país de las maravillas, el cual obtuvo también el Premio Luces del Diario El Comercio en la categoría Poesía. Actualmente realiza actividades de Gestión Cultural, dirige el portal de difusión literaria "La vida es cierta" y trabaja en su próximo poemario que girará en torno a la maternidad, tal como ahora su vida.
Poeta y gestora cultural. Vive y muere por su hijo Vicente, de dos años, a quien considera su mejor poema. Formó parte de talleres de poesía dirigidos por Carmen Ollé, Miguel Ildefonso y Victoria Guerrero. Participó en festivales y diversos recitales de poesía. Trabajó en el equipo del III FIPLima. El año 2014 obtuvo el Premio Scriptura que otorga la Comisión de escritoras del PEN Internacional del Perú, por el cual fue publicado su primer poemario Camping en el país de las maravillas, el cual obtuvo también el Premio Luces del Diario El Comercio en la categoría Poesía. Actualmente realiza actividades de Gestión Cultural, dirige el portal de difusión literaria "La vida es cierta" y trabaja en su próximo poemario que girará en torno a la maternidad, tal como ahora su vida.
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