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"PARÉNTESIS"
Un hombre atormentado por el inexorable paso del tiempo -que devora los recuerdos, los instantes, las pulsaciones- desea detenerlo en su cumpleaños 24. Rechaza la vida simplificada que todos los terrestres seguimos, promovida por los agigantados pasos de la globalización que mueven al mundo sin detenerlo jamás. Él solo desea un instante para ser feliz, aunque sabe muy bien que la felicidad es solo eso: un instante en la memoria del tiempo, que es tiempo muerto que existió, pero ya no más. “Cada instante que pasa nos arrebata un pedazo de rostro” expresa. Para darse un respiro en tan agitada tarea, busca una respuesta, o por lo menos un aliciente de vida en sus memorias.
De su infancia recuerda poco. La única evocación de aquella época está marcada por cambios repentinos: su padre tuvo que confesar que tenía otros dos hijos -mayores que él- así que a duras penas compartió su habitación y sus juguetes; menos los chocolates que su abuela le obsequiaba y que sabía esconder muy bien, siempre en distintos lugares de la casa. Ya cuando cumplió trece su adorada abuela a quien distinguía como Dios le regaló un reloj. Ella pensaba que todos los niños deberían tener uno. El aparato que le permitía medir el tiempo duró en su muñeca tan solo una semana. Su hermano mayor le robó el reloj. Poco después su abuela que era Dios, murió. El delito que cometió su hermano quedó impune y ese acontecimiento a tan corta edad lo marcó. El concepto de justicia se desboronó y quedó petrificado como las estatuas que representan ese valor ante sus inocentes ojos que clamaban explicación. Desde entonces el personaje se burla de la vida y de la muerte, porque ante el paso del tiempo es lo mismo, no hay más que seguir porque todo queda en el olvido, hasta el amor, porque el amor es simple y a las cosas simples las devora el tiempo.
“Paréntesis” es una obra escrita y dirigida por el reconocido dramaturgo Diego La Hoz, director fundador de “Espacio Libre”. El actor que da vida a este personaje: Carlos López, chiclayano de nacimiento quien inició su formación actoral en el grupo de teatro de la UNPRG Grupo Cultura Urbana.
Créditos de fotografía: Xiomara López
* "Paréntesis" se presentó el 11 de abril de 2015 en “Sábados de Teatro” en el auditorio del Hotel Casa Andina de Chiclayo.
De su infancia recuerda poco. La única evocación de aquella época está marcada por cambios repentinos: su padre tuvo que confesar que tenía otros dos hijos -mayores que él- así que a duras penas compartió su habitación y sus juguetes; menos los chocolates que su abuela le obsequiaba y que sabía esconder muy bien, siempre en distintos lugares de la casa. Ya cuando cumplió trece su adorada abuela a quien distinguía como Dios le regaló un reloj. Ella pensaba que todos los niños deberían tener uno. El aparato que le permitía medir el tiempo duró en su muñeca tan solo una semana. Su hermano mayor le robó el reloj. Poco después su abuela que era Dios, murió. El delito que cometió su hermano quedó impune y ese acontecimiento a tan corta edad lo marcó. El concepto de justicia se desboronó y quedó petrificado como las estatuas que representan ese valor ante sus inocentes ojos que clamaban explicación. Desde entonces el personaje se burla de la vida y de la muerte, porque ante el paso del tiempo es lo mismo, no hay más que seguir porque todo queda en el olvido, hasta el amor, porque el amor es simple y a las cosas simples las devora el tiempo.
“Paréntesis” es una obra escrita y dirigida por el reconocido dramaturgo Diego La Hoz, director fundador de “Espacio Libre”. El actor que da vida a este personaje: Carlos López, chiclayano de nacimiento quien inició su formación actoral en el grupo de teatro de la UNPRG Grupo Cultura Urbana.
Créditos de fotografía: Xiomara López
* "Paréntesis" se presentó el 11 de abril de 2015 en “Sábados de Teatro” en el auditorio del Hotel Casa Andina de Chiclayo.