- Quiénes Somos
- Artes Visuales
- Artes Escénicas
- Literatura
-
Secciones
- Cultura vive
- De Propia Vox
- Inusitado fulgor
- Inusitado fulgor: Reseñas
- Directorio cultural
- Barrockeando
- Barranco en Agenda CIX
- Voluntariado en accion
- Agenda CIX: COVID-19
- COVID-19: Demos voz a la esperanza
- #COVIDー19: Eventos
- Testimonios en tiempos del coronavirus
- Trazos en cuarentena
- COVID-19: Múltiples rostros de la incertidumbre >
- COVID-19: Lente en aislamiento
- Silencio Punto Tú
- El PPED está contigo
- Agenda CIX: Elecciones 2018
-
Columnas
- Cultura digital
- Biblioteca digital
- Directorio Digital
- Jota en la palabra
- Los pies entre el cielo y la tierra
- Sublime creatura
- Camara lucida
- Ojos de lagarto
- Enfermedad violeta
- Santo veneno
- De cómo hacer visible lo invisible. Apuntes sobre el teatro
- Tierra de ciegos >
- Linea once
- Mira que bonito
- Fuera de contexto
- Un cronopio me conto
- Todo es ilustrable
- Contacto
Lima sobre Lima de Miguel Lescano
Por: Miguel Ildefonso
Si recuerdo bien fue a fines de la década del 80, o a inicios de la del 90, cuando compré el casete demo Lima sobre Lima de Miguel Lescano. Yo no lo conocía. Imagino habrá sido en el centro, en Quilca o en la Colmena por la Villarreal, cuando vi ese casete que me llamó la atención, pues Lima era también mi tema a poetizar. Llegando a casa lo puse en la casetera de mi pequeña radio en mi cuarto y dije “¡qué bacán! Así quisiera haber hecho yo.” No sé qué pasó con el casete luego, no sé tampoco cómo se fueron esos años y cómo no se han ido del todo, pues lo que vivió el país en los 80s y 90s aun repercute en la conciencia y la inconsciencia colectiva.
En una entrevista que le hacen a Lescano en el diario El Comercio en el año 1990, justamente por estas fechas, a propósito de la presentación audiovisual de Lima sobre Lima en el Teatro de la Universidad Católica, le preguntan al autor por qué solo capta lo oscuro y depresivo de Lima. Y él responde señalando justamente tres cosas que caracterizan a sus poemas, de lo que tratan sus textos, cito sus palabras: “Es que así es Lima lamentablemente, lo que yo quería era mostrar el caos”. Ciertamente es el caos lo que se siente en el conjunto del libro aun cuando los poemas estén escritos en un lenguaje entre coloquial y la canónica lírica heredera de los simbolistas, atravesando las vanguardias, y con Carlos Oquendo de Amat y los beatniks. Es una poesía en donde prima la mirada aguda, crítica y sentimental de un sujeto que no puede conciliar con lo que ve.
Un poco más adelante, en su respuesta, Lescano afirma que “Lima es muy compleja, que tiene muchas culturas, todo tipo de músicas, razas y colores (…) la misma ciudad, el mismo sistema te aplasta”. Vemos entonces que es un sujeto sometido a un tipo de opresión que no se llega a conocer del todo, que cuesta entender, y, por eso, es que no siente identificación con ese entramado, ese abigarrado paisaje sonoro y visual, pleno de sinestesias, que le genera angustia.
Finalmente, está el contexto de la violencia política, como la punta de un arma que le va rozando la espalda cotidianamente. Lescano en la entrevista dice: “El hecho de que se refleje un ambiente depresivo es porque en esa época, en la Cantuta los estudiantes vivimos momentos muy difíciles con las intervenciones policiales”. Pasado el tiempo, no es necesario explicar lo que sucedió en esos años, y no solo en La Cantuta ciertamente. Pero aun cuando se conoce oficialmente, públicamente, toda esa barbarie, aun persiste ese conflicto de no saber qué cosa es Lima, qué es el Perú, por qué es una ciudad o país que aplasta, que silencia, que olvida.
Y, por eso, era necesario que se reedite Lima sobre Lima, esta nueva edición con la Editorial Summa, conmemorando los treinta años de su aparición, la ópera primera de un poeta y artista plástico que luego ha publicado los libros Sonrisa negra y La música dibuja el cielo.
Si recuerdo bien fue a fines de la década del 80, o a inicios de la del 90, cuando compré el casete demo Lima sobre Lima de Miguel Lescano. Yo no lo conocía. Imagino habrá sido en el centro, en Quilca o en la Colmena por la Villarreal, cuando vi ese casete que me llamó la atención, pues Lima era también mi tema a poetizar. Llegando a casa lo puse en la casetera de mi pequeña radio en mi cuarto y dije “¡qué bacán! Así quisiera haber hecho yo.” No sé qué pasó con el casete luego, no sé tampoco cómo se fueron esos años y cómo no se han ido del todo, pues lo que vivió el país en los 80s y 90s aun repercute en la conciencia y la inconsciencia colectiva.
En una entrevista que le hacen a Lescano en el diario El Comercio en el año 1990, justamente por estas fechas, a propósito de la presentación audiovisual de Lima sobre Lima en el Teatro de la Universidad Católica, le preguntan al autor por qué solo capta lo oscuro y depresivo de Lima. Y él responde señalando justamente tres cosas que caracterizan a sus poemas, de lo que tratan sus textos, cito sus palabras: “Es que así es Lima lamentablemente, lo que yo quería era mostrar el caos”. Ciertamente es el caos lo que se siente en el conjunto del libro aun cuando los poemas estén escritos en un lenguaje entre coloquial y la canónica lírica heredera de los simbolistas, atravesando las vanguardias, y con Carlos Oquendo de Amat y los beatniks. Es una poesía en donde prima la mirada aguda, crítica y sentimental de un sujeto que no puede conciliar con lo que ve.
Un poco más adelante, en su respuesta, Lescano afirma que “Lima es muy compleja, que tiene muchas culturas, todo tipo de músicas, razas y colores (…) la misma ciudad, el mismo sistema te aplasta”. Vemos entonces que es un sujeto sometido a un tipo de opresión que no se llega a conocer del todo, que cuesta entender, y, por eso, es que no siente identificación con ese entramado, ese abigarrado paisaje sonoro y visual, pleno de sinestesias, que le genera angustia.
Finalmente, está el contexto de la violencia política, como la punta de un arma que le va rozando la espalda cotidianamente. Lescano en la entrevista dice: “El hecho de que se refleje un ambiente depresivo es porque en esa época, en la Cantuta los estudiantes vivimos momentos muy difíciles con las intervenciones policiales”. Pasado el tiempo, no es necesario explicar lo que sucedió en esos años, y no solo en La Cantuta ciertamente. Pero aun cuando se conoce oficialmente, públicamente, toda esa barbarie, aun persiste ese conflicto de no saber qué cosa es Lima, qué es el Perú, por qué es una ciudad o país que aplasta, que silencia, que olvida.
Y, por eso, era necesario que se reedite Lima sobre Lima, esta nueva edición con la Editorial Summa, conmemorando los treinta años de su aparición, la ópera primera de un poeta y artista plástico que luego ha publicado los libros Sonrisa negra y La música dibuja el cielo.
Lima sobre Lima no solo sugiere un sujeto poético que habla de sí mismo; la inasible, la inefable, la monstruosa Lima monologando. Es también la imagen de un territorio como de placas tectónicas, de una ciudad que crece encima de la Lima que se fue, pero sigue siendo de alguna soterrada manera. Lo que hace el poeta es que esos distintos rostros que la habitan dialoguen entre sí, no para hallarle un cuadro armónico, para forzar una música que deleite y ablande, sino más bien para despertar la conciencia de una manera estética. “Exactas sombras en encuentros/ rodean las urbes sucias/ y metrallas lejanas matan el silencio”, dicen los versos iniciales. Y más adelante: “Solo un apagón más confundirá el horror en el silencio. / ¡Vivir es un riesgo!/ dormir un suicidio”.
Oscuro y depresivo sí, pero conforme avanzamos más la lectura del libro, no solo hacia adelante, sino excavando entre esas placas tectónicas, encontramos una fe o la utopía, que dice: “Amor. Amor/ Caminar en sentido convexo del amor/ Levantaremos nuestras ilusiones en silencio/ Apretaremos nuestros cuerpos, las manos, el ideal/ Elegante deslizarás tu memoria a los momentos/ Te amé. Me amaste. Llegaremos al inicio”.
Siempre que somos conscientes del paso del tiempo ante un determinado espacio o sujeto o suceso, buscamos el inicio de todo, queremos saber cuál fue origen, “cuándo se jodió el Perú”, por ejemplo. Esto me recuerda los versos iniciales de Cuatro cuartetos de Eliot: “El tiempo presente y el tiempo pasado/ están quizá presentes los dos en el tiempo futuro/ y el tiempo futuro contenido en el tiempo pasado.”
Es así que la poesía sobrepasa toda época, para hacerse actual, para decir algo importante al tiempo presente que olvida su pasado. Lima sobre Lima de Miguel Lescano hace presente su voz.
Miguel Ildefonso publicó Lima sobre Lima de Miguel Lescano el 16 de junio de 2016 en Agenda CIX.
Oscuro y depresivo sí, pero conforme avanzamos más la lectura del libro, no solo hacia adelante, sino excavando entre esas placas tectónicas, encontramos una fe o la utopía, que dice: “Amor. Amor/ Caminar en sentido convexo del amor/ Levantaremos nuestras ilusiones en silencio/ Apretaremos nuestros cuerpos, las manos, el ideal/ Elegante deslizarás tu memoria a los momentos/ Te amé. Me amaste. Llegaremos al inicio”.
Siempre que somos conscientes del paso del tiempo ante un determinado espacio o sujeto o suceso, buscamos el inicio de todo, queremos saber cuál fue origen, “cuándo se jodió el Perú”, por ejemplo. Esto me recuerda los versos iniciales de Cuatro cuartetos de Eliot: “El tiempo presente y el tiempo pasado/ están quizá presentes los dos en el tiempo futuro/ y el tiempo futuro contenido en el tiempo pasado.”
Es así que la poesía sobrepasa toda época, para hacerse actual, para decir algo importante al tiempo presente que olvida su pasado. Lima sobre Lima de Miguel Lescano hace presente su voz.
Miguel Ildefonso publicó Lima sobre Lima de Miguel Lescano el 16 de junio de 2016 en Agenda CIX.