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Willy Gómez Migliaro: "La poesía es otra manera de pensar la vida"
Por: Katherine Medina
¿Cómo crees que ha evolucionado la poesía peruana hasta hoy? ¿Crees que ha decrecido la calidad literaria?
Las escrituras son procesos. Actualmente, las nuevas formas, llámese soportes tecnológicos, los memes, los mensajes de correo a través de los celulares, etc., se han convertido en herramientas de escritura y forma parte de la comunicación. Todo eso es el poema. Entonces, lo que vemos es un híbrido alucinante, pero que no llega todavía a la calidad de un lenguaje artístico. Puro adefesio. Sin embargo, confío en que dentro de esas nuevas producciones algo mejore. Ahora en el Perú, todavía estamos asistiendo a escrituras sorprendentes, lejos de las imposiciones de la tecnología, veo un trabajo del lenguaje por parte de los jóvenes. Ellos están apostando y arriesgando y creen que todavía se puede escribir poemas. Amo la poesía. Soy un optimista de la creación literaria en el Perú y confío, siempre, en su calidad.
Hace algún tiempo me comentaron una anécdota a raíz de tu poemario Construcción civil, donde contaban que habías sido invitado a una reunión de obreros, me gustaría que me relates un poco acerca de esta anécdota
Piero Bustos, compositor y cantante del grupo Del pueblo y Del Barrio, es profesor del coro de Construcción Civil en el local de la CGTP. Un día decidió invitarme a presentar mi libro. Los hermanos de dicha organización tenían la idea de que mi libro de poemas era una reivindicación de sus derechos. Mientras leía esos poemas rotos, fragmentados y herméticos, el rostro de ellos se tornaba de un escepticismo total. Al final se me acercaron algunos de ellos y me preguntaron por qué no escribía sobre ellos. Les expliqué que mi libro era, efectivamente una construcción del país después de la devastación de la guerra interna y que no tenía una linealidad, por así decirlo, porque seguimos heridos. Creo que esa sinceridad les encantó, y terminamos tomando vino y ron.
Whitman creía que había una vital y simbiótica relación entre el poeta y la sociedad. ¿Cuál es el efecto de la poesía y qué clase de materialidad puede alcanzar?
La poesía es otra manera de pensar la vida. Los que escribimos poemas sabemos que apenas nos alcanza el lenguaje. Nuestros balbuceos no sirven para nada. Sin embargo, nuestros cantos son siempre de vida y esperanza.
A propósito de Construcción civil, me pareció que Pintura roja (tu más reciente libro) seguía esta misma línea ¿Crees que tu discurso poético gira en torno a la identidad cultural y la violencia social?
Las identidades también son procesos. Nunca me he propuesto escribir sobre identidades. Yo escribo lo que no sé, y en ese no saber se van construyendo los poemas. Pintura roja no es sino la voz de un tipo que funge de curador de una obra de arte. Es un museo imaginario. En cambio Construcción civil es solo una parte de la historia del Perú, un cancionero de amor.
Finalmente, ¿qué poetas contemporáneos peruanos recomendarías?
Yo me formé con maestros como Pablo Guevara, Rodolfo Hinostroza, Antonio Cisneros, Juan Ramírez Ruiz y Dalmacia Ruiz Rosas. A ellos les debo lo que soy. Pero así como los amé, también me alejé. Los leí, los estudié, los plagie, y después, chau. Queda la gratitud. Uno debe ser mejor que ellos. Uno debe ser siempre el mejor.
Las escrituras son procesos. Actualmente, las nuevas formas, llámese soportes tecnológicos, los memes, los mensajes de correo a través de los celulares, etc., se han convertido en herramientas de escritura y forma parte de la comunicación. Todo eso es el poema. Entonces, lo que vemos es un híbrido alucinante, pero que no llega todavía a la calidad de un lenguaje artístico. Puro adefesio. Sin embargo, confío en que dentro de esas nuevas producciones algo mejore. Ahora en el Perú, todavía estamos asistiendo a escrituras sorprendentes, lejos de las imposiciones de la tecnología, veo un trabajo del lenguaje por parte de los jóvenes. Ellos están apostando y arriesgando y creen que todavía se puede escribir poemas. Amo la poesía. Soy un optimista de la creación literaria en el Perú y confío, siempre, en su calidad.
Hace algún tiempo me comentaron una anécdota a raíz de tu poemario Construcción civil, donde contaban que habías sido invitado a una reunión de obreros, me gustaría que me relates un poco acerca de esta anécdota
Piero Bustos, compositor y cantante del grupo Del pueblo y Del Barrio, es profesor del coro de Construcción Civil en el local de la CGTP. Un día decidió invitarme a presentar mi libro. Los hermanos de dicha organización tenían la idea de que mi libro de poemas era una reivindicación de sus derechos. Mientras leía esos poemas rotos, fragmentados y herméticos, el rostro de ellos se tornaba de un escepticismo total. Al final se me acercaron algunos de ellos y me preguntaron por qué no escribía sobre ellos. Les expliqué que mi libro era, efectivamente una construcción del país después de la devastación de la guerra interna y que no tenía una linealidad, por así decirlo, porque seguimos heridos. Creo que esa sinceridad les encantó, y terminamos tomando vino y ron.
Whitman creía que había una vital y simbiótica relación entre el poeta y la sociedad. ¿Cuál es el efecto de la poesía y qué clase de materialidad puede alcanzar?
La poesía es otra manera de pensar la vida. Los que escribimos poemas sabemos que apenas nos alcanza el lenguaje. Nuestros balbuceos no sirven para nada. Sin embargo, nuestros cantos son siempre de vida y esperanza.
A propósito de Construcción civil, me pareció que Pintura roja (tu más reciente libro) seguía esta misma línea ¿Crees que tu discurso poético gira en torno a la identidad cultural y la violencia social?
Las identidades también son procesos. Nunca me he propuesto escribir sobre identidades. Yo escribo lo que no sé, y en ese no saber se van construyendo los poemas. Pintura roja no es sino la voz de un tipo que funge de curador de una obra de arte. Es un museo imaginario. En cambio Construcción civil es solo una parte de la historia del Perú, un cancionero de amor.
Finalmente, ¿qué poetas contemporáneos peruanos recomendarías?
Yo me formé con maestros como Pablo Guevara, Rodolfo Hinostroza, Antonio Cisneros, Juan Ramírez Ruiz y Dalmacia Ruiz Rosas. A ellos les debo lo que soy. Pero así como los amé, también me alejé. Los leí, los estudié, los plagie, y después, chau. Queda la gratitud. Uno debe ser mejor que ellos. Uno debe ser siempre el mejor.