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Patricio García Velarde: "En un estado primario, el arte no tiene una utilidad específica"
Por: Katherine Medina
¿Cuál es la utilidad del arte?
Buscar una utilidad al arte es andar por terrenos difíciles donde uno no va poder encontrar una respuesta, porque uno podría decir que el arte no tiene utilidad. Creo que si lo dotaríamos de una utilidad específica el arte cambiaría su esencia o rompería la progresión de la creatividad artística en sí, porque se trabajaría con el específico objetivo de encontrar ese aspecto utilitario. En un estado primario, el arte no tiene una utilidad específica y no debería tenerla.
¿Cómo ha afectado la posmodernidad a la pintura?
Se supone que la posmodernidad en sí es la ruptura completa de lo que es el objeto pictórico, es decir la obra artística en un plano bidimensional. Rodríguez Monegal tiene un texto sobre eso. Ser rupturista es mirar hacia atrás para retomar algunas pautas esenciales para poder generar una ruptura. Uno toma ciertos aspectos y los reinterpreta. Desde mi punto de vista, la pintura actual empieza a surgir con una fuerza distinta porque se ha roto tanto la esencial representativa de la pintura que el único camino era romper la esencia de la representación. James Sebil, Roberto Ferri, reinterpretan una pintura casi barroca. Aquí en Latinoamérica hay ejemplos como Guillermo Lorca. Ellos admiten un resurgir de la pintura que exige un nivel de realismo importante y además lo dotan de un discurso.
Boris Groys propone que el arte contemporáneo debe ser analizado en términos de poética y no de estética. ¿Qué opinas al respecto?
Sí, claramente. Si se refiere al arte como poesía no se puede entender las actividades de arte contemporáneo si uno no comprende que surgen de las acciones de los poetas en el Cabaré Voltaire. Es tan fuerte el discurso, que de seguro se trata de una manera distinta de interpretar. El arte actual es poesía pura, deriva de eso y así nacen precisamente las obras de arte que están ligadas al proceso intelectual y al proceso de la poética.
¿Qué es más importante para ti, el valor estético o el valor narrativo de un cuadro?
Para mí son importantes las dos cosas, lograr un equilibrio absoluto es lo más difícil. Uno puede tener una obra de arte objetual muy profunda que no puede ser estética pero si le suma la estética el valor es mucho mayor. Uno le echa una mirada a las galerías y ve que el arte actual carece de sentido estético. El valor del discurso de la poética es tan alto que se ha dejado de pensar en el sentido estético de la obra.
¿Cuál crees que es la mayor deficiencia en la educación artística en Arequipa?
La formación en su conjunto, en el sentido del sustento teórico, histórico, filosófico y crítico. Mencionaba el tema de Rodríguez Monegal de observar hacia atrás para poder generar un quiebre. Si uno no tiene claro los procesos, no puede pretender ser un innovador. Uno debe de entender esto para que no caiga en un ejercicio torpe, entonces allí está el problema también del arte contemporáneo porque mucha gente malinterpreta la actividad del arte contemporáneo y respalda su falta de sustento teórico diciendo que el arte puede ser cualquier cosa y el resultado es mediocre y se nota. Si no enseñan historia del arte, teoría y critica, uno entiende que lo que queda acá es el aprendizaje de la técnica y entonces si eso tampoco está bien ¿en que estamos?
Piccaso decía que pintar es solo otra forma de escribir un diario, ¿qué papel desempeña en tu vida el arte?
Ha desempeñado distintos papeles, quizás en una etapa un poco posterior al ser estudiante lo veía como una necesidad, pero yo no voy a ejemplificarlo con algo. La idea de Picasso remitía el diario como el registro de la existencia misma. Yo lo vería ahora como la manera de poder interpretar necesidades esenciales básicas que asumí desde que tuve un interés profundo de cosas que no están al alcance de mi mano, me estoy refiriendo a la búsqueda del artista.
Para finalizar cuéntanos un poco sobre el taller que dictas y sobre tus próximos proyectos
Este taller surge a partir de la experiencia como docente en algunas instituciones superiores. En mi clase trato de entregar además de la práctica, el sustento teórico. Para los que deseen ubicarlo se encuentra en la av. San Jerónimo 430 de Umacollo y pueden contactarme a través de la fanpage de Facebook Taller de Dibujo y Pintura. En cuanto a mis proyectos personales, yo me demoré mucho en decidir qué pintar, esto implicaba el proceso artístico para llevar a cabo una obra y no pintar cualquier cosa por el desarrollo de la técnica en sí. Al final retorné a mi etapa más primaria, que es la esencia, la naturaleza, las cosas que remiten a la vida, en si lo orgánico, lo natural. Yo siempre me he sentido fascinado con el mar, y todo lo antes mencionado me sumerge profundamente y espero no desligarme de esto que es casi como una poética. En mis cuadros yo trato de acercar a las personas a esas experiencias porque con el hecho de pintarlo lo aleja de lo árido y lo acerca a la poética.
Buscar una utilidad al arte es andar por terrenos difíciles donde uno no va poder encontrar una respuesta, porque uno podría decir que el arte no tiene utilidad. Creo que si lo dotaríamos de una utilidad específica el arte cambiaría su esencia o rompería la progresión de la creatividad artística en sí, porque se trabajaría con el específico objetivo de encontrar ese aspecto utilitario. En un estado primario, el arte no tiene una utilidad específica y no debería tenerla.
¿Cómo ha afectado la posmodernidad a la pintura?
Se supone que la posmodernidad en sí es la ruptura completa de lo que es el objeto pictórico, es decir la obra artística en un plano bidimensional. Rodríguez Monegal tiene un texto sobre eso. Ser rupturista es mirar hacia atrás para retomar algunas pautas esenciales para poder generar una ruptura. Uno toma ciertos aspectos y los reinterpreta. Desde mi punto de vista, la pintura actual empieza a surgir con una fuerza distinta porque se ha roto tanto la esencial representativa de la pintura que el único camino era romper la esencia de la representación. James Sebil, Roberto Ferri, reinterpretan una pintura casi barroca. Aquí en Latinoamérica hay ejemplos como Guillermo Lorca. Ellos admiten un resurgir de la pintura que exige un nivel de realismo importante y además lo dotan de un discurso.
Boris Groys propone que el arte contemporáneo debe ser analizado en términos de poética y no de estética. ¿Qué opinas al respecto?
Sí, claramente. Si se refiere al arte como poesía no se puede entender las actividades de arte contemporáneo si uno no comprende que surgen de las acciones de los poetas en el Cabaré Voltaire. Es tan fuerte el discurso, que de seguro se trata de una manera distinta de interpretar. El arte actual es poesía pura, deriva de eso y así nacen precisamente las obras de arte que están ligadas al proceso intelectual y al proceso de la poética.
¿Qué es más importante para ti, el valor estético o el valor narrativo de un cuadro?
Para mí son importantes las dos cosas, lograr un equilibrio absoluto es lo más difícil. Uno puede tener una obra de arte objetual muy profunda que no puede ser estética pero si le suma la estética el valor es mucho mayor. Uno le echa una mirada a las galerías y ve que el arte actual carece de sentido estético. El valor del discurso de la poética es tan alto que se ha dejado de pensar en el sentido estético de la obra.
¿Cuál crees que es la mayor deficiencia en la educación artística en Arequipa?
La formación en su conjunto, en el sentido del sustento teórico, histórico, filosófico y crítico. Mencionaba el tema de Rodríguez Monegal de observar hacia atrás para poder generar un quiebre. Si uno no tiene claro los procesos, no puede pretender ser un innovador. Uno debe de entender esto para que no caiga en un ejercicio torpe, entonces allí está el problema también del arte contemporáneo porque mucha gente malinterpreta la actividad del arte contemporáneo y respalda su falta de sustento teórico diciendo que el arte puede ser cualquier cosa y el resultado es mediocre y se nota. Si no enseñan historia del arte, teoría y critica, uno entiende que lo que queda acá es el aprendizaje de la técnica y entonces si eso tampoco está bien ¿en que estamos?
Piccaso decía que pintar es solo otra forma de escribir un diario, ¿qué papel desempeña en tu vida el arte?
Ha desempeñado distintos papeles, quizás en una etapa un poco posterior al ser estudiante lo veía como una necesidad, pero yo no voy a ejemplificarlo con algo. La idea de Picasso remitía el diario como el registro de la existencia misma. Yo lo vería ahora como la manera de poder interpretar necesidades esenciales básicas que asumí desde que tuve un interés profundo de cosas que no están al alcance de mi mano, me estoy refiriendo a la búsqueda del artista.
Para finalizar cuéntanos un poco sobre el taller que dictas y sobre tus próximos proyectos
Este taller surge a partir de la experiencia como docente en algunas instituciones superiores. En mi clase trato de entregar además de la práctica, el sustento teórico. Para los que deseen ubicarlo se encuentra en la av. San Jerónimo 430 de Umacollo y pueden contactarme a través de la fanpage de Facebook Taller de Dibujo y Pintura. En cuanto a mis proyectos personales, yo me demoré mucho en decidir qué pintar, esto implicaba el proceso artístico para llevar a cabo una obra y no pintar cualquier cosa por el desarrollo de la técnica en sí. Al final retorné a mi etapa más primaria, que es la esencia, la naturaleza, las cosas que remiten a la vida, en si lo orgánico, lo natural. Yo siempre me he sentido fascinado con el mar, y todo lo antes mencionado me sumerge profundamente y espero no desligarme de esto que es casi como una poética. En mis cuadros yo trato de acercar a las personas a esas experiencias porque con el hecho de pintarlo lo aleja de lo árido y lo acerca a la poética.