- Quiénes Somos
- Artes Visuales
- Artes Escénicas
- Literatura
-
Secciones
- Cultura vive
- De Propia Vox
- Inusitado fulgor
- Inusitado fulgor: Reseñas
- Directorio cultural
- Barrockeando
- Barranco en Agenda CIX
- Voluntariado en accion
- Agenda CIX: COVID-19
- COVID-19: Demos voz a la esperanza
- #COVIDー19: Eventos
- Testimonios en tiempos del coronavirus
- Trazos en cuarentena
- COVID-19: Múltiples rostros de la incertidumbre >
- COVID-19: Lente en aislamiento
- Silencio Punto Tú
- El PPED está contigo
- Agenda CIX: Elecciones 2018
-
Columnas
- Cultura digital
- Biblioteca digital
- Directorio Digital
- Jota en la palabra
- Los pies entre el cielo y la tierra
- Sublime creatura
- Camara lucida
- Ojos de lagarto
- Enfermedad violeta
- Santo veneno
- De cómo hacer visible lo invisible. Apuntes sobre el teatro
- Tierra de ciegos >
- Linea once
- Mira que bonito
- Fuera de contexto
- Un cronopio me conto
- Todo es ilustrable
- Contacto
A tientas // Carolina O. Fernández
A tientas de Carolina O. Fernández, Vagón Azul Editores, 2016.
Maruja Barrig
Carolina O. Fernández abre sus manos para destejer, con sutil nostalgia, tiernos recuerdos de mujeres que pueblan su vida y sus sueños. La abuela y sus olores a pan fresco, la madre y sus afanes, y ella misma. Que somos todas: las que escribimos nuestro nombre por primera vez y las que quitamos manchas a diario, también de nuestros sueños, como lo escribe en A Tientas, extraordinario libro de poemas. Los relatos de Amorelados, que cierran el volumen, son guiños de complicidad en una ciudad áspera y de sorpresas.
Miguel Ildefonso
A tientas es el recorrido a través de cuerpos, pueblos y memorias subyugados. Al inicio se convoca al abuelo, que se desplaza con una bicicleta en el candente tiempo moderno que arrastra una antigua violencia en el destino de latinoamericanos, andinos, africanos, musulmanes. La voz poética asume distintas biografías que se relatan en fragmentos, creando poco a poco un coro de voces en esta Comala no occidental. Con el presente libro, Carolina O. Fernández, habiendo publicado intensos libros como Cuando la luna crece o Una vela encendida en el desierto, nos sorprende con el buen manejo de distintos recursos (oralidad, prosa poética, concretismo, flujo surrealizante) para plasmar una nueva mirada global que se hace necesaria para aspirar a mejor futuro.
Antonio Sarmiento
Una melodía suave y profunda recorre todos los linderos de la palabra que “a tientas” se adelgaza y se decanta para mostrar el discurrir dialéctico de la existencia, en donde pasado-presente, realidad-irrealidad, ciudad-naturaleza, tiempo(ser)-espacio(estar) se imantan recíprocamente como una patria íntima. Carolina O. Fernández pone luz cenital a la infancia, la familia, el deseo, a sus autores predilectos, a nuestra identidad, con una poesía sugerente, que tiene el sonido de la ternura, del dolor y la esperanza.
Maruja Barrig
Carolina O. Fernández abre sus manos para destejer, con sutil nostalgia, tiernos recuerdos de mujeres que pueblan su vida y sus sueños. La abuela y sus olores a pan fresco, la madre y sus afanes, y ella misma. Que somos todas: las que escribimos nuestro nombre por primera vez y las que quitamos manchas a diario, también de nuestros sueños, como lo escribe en A Tientas, extraordinario libro de poemas. Los relatos de Amorelados, que cierran el volumen, son guiños de complicidad en una ciudad áspera y de sorpresas.
Miguel Ildefonso
A tientas es el recorrido a través de cuerpos, pueblos y memorias subyugados. Al inicio se convoca al abuelo, que se desplaza con una bicicleta en el candente tiempo moderno que arrastra una antigua violencia en el destino de latinoamericanos, andinos, africanos, musulmanes. La voz poética asume distintas biografías que se relatan en fragmentos, creando poco a poco un coro de voces en esta Comala no occidental. Con el presente libro, Carolina O. Fernández, habiendo publicado intensos libros como Cuando la luna crece o Una vela encendida en el desierto, nos sorprende con el buen manejo de distintos recursos (oralidad, prosa poética, concretismo, flujo surrealizante) para plasmar una nueva mirada global que se hace necesaria para aspirar a mejor futuro.
Antonio Sarmiento
Una melodía suave y profunda recorre todos los linderos de la palabra que “a tientas” se adelgaza y se decanta para mostrar el discurrir dialéctico de la existencia, en donde pasado-presente, realidad-irrealidad, ciudad-naturaleza, tiempo(ser)-espacio(estar) se imantan recíprocamente como una patria íntima. Carolina O. Fernández pone luz cenital a la infancia, la familia, el deseo, a sus autores predilectos, a nuestra identidad, con una poesía sugerente, que tiene el sonido de la ternura, del dolor y la esperanza.
Poemas de A tientas
sobre los pasos de mi madre irrumpe la abuela impredecible
sobre los pasos de mi madre irrumpe la abuela impredecible
mamá sueña con ella en caballo raudo y montaraz
desde el intenso azul serrano siente el horizonte
mamá nos encarga a la vecina sube y baja largas avenidas
hilvana el tiempo ::
fiesta de antifaces
el amor de colombine
tenía quince años en sus andares solitarios
mama habla con los pájaros y cientos de historias brotan de
sus labios
los niños llevan cero céntimos a la redonda
zumba y zumba zumbaaaaallooo
mamá envuelve libros para que papá no los arroje
al gran tacho de los tiempos
se sienta en la última fila y deletrea conmigo
siempre la misma palabra que no la diré
porque las niñas no hablan palabrotas
sobre los pasos de mi madre irrumpe la abuela impredecible
mamá sueña con ella en caballo raudo y montaraz
desde el intenso azul serrano siente el horizonte
mamá nos encarga a la vecina sube y baja largas avenidas
hilvana el tiempo ::
fiesta de antifaces
el amor de colombine
tenía quince años en sus andares solitarios
mama habla con los pájaros y cientos de historias brotan de
sus labios
los niños llevan cero céntimos a la redonda
zumba y zumba zumbaaaaallooo
mamá envuelve libros para que papá no los arroje
al gran tacho de los tiempos
se sienta en la última fila y deletrea conmigo
siempre la misma palabra que no la diré
porque las niñas no hablan palabrotas
estará…?
estará la abuela enojada?
estará con su guardapolvo colorido
esperando que se apague
el horno para servir
pan a las vecinas
alrededor de la hornacina
tierna y bondadosa de
sus manos?
estará la abuela enojada?
estará con su guardapolvo colorido
esperando que se apague
el horno para servir
pan a las vecinas
alrededor de la hornacina
tierna y bondadosa de
sus manos?
coloraturas de mi onqoy
I
cuando encuentres el río, te pido, aspira la flor de naranjo de esta casa que sostengo entre mis dunas sólo
entonces navegaré en tus sueños para saciar el hambre que te lleva lejos de mi
II
sin vendas en los ojos machupicchu y chambi autorretratan
nuestro tiempo nos invitan a tomar un mate de coca junto
a nuestro hermano de paruro
conversamos sobre el mundo la primavera árabe y
la última canción en wallstreet
en mis labios mudos
florecen los desiertos
I
cuando encuentres el río, te pido, aspira la flor de naranjo de esta casa que sostengo entre mis dunas sólo
entonces navegaré en tus sueños para saciar el hambre que te lleva lejos de mi
II
sin vendas en los ojos machupicchu y chambi autorretratan
nuestro tiempo nos invitan a tomar un mate de coca junto
a nuestro hermano de paruro
conversamos sobre el mundo la primavera árabe y
la última canción en wallstreet
en mis labios mudos
florecen los desiertos
III
cada mañana muy temprano abrimos el kiosko para ofrecer pequeñas baratijas que sorprenden a los niños
juguetes de a sol brillante en las ventanas de esta patria
sacamos el polvo del desierto que se acuna en sus rincones
después del mediodía sin tiempo que perder corro a la escuela con mis cuadernos bajo el brazo le pongo
flores a la virgen y escribo
por primera vez mi nombre
cada mañana muy temprano abrimos el kiosko para ofrecer pequeñas baratijas que sorprenden a los niños
juguetes de a sol brillante en las ventanas de esta patria
sacamos el polvo del desierto que se acuna en sus rincones
después del mediodía sin tiempo que perder corro a la escuela con mis cuadernos bajo el brazo le pongo
flores a la virgen y escribo
por primera vez mi nombre
antonia no había leído a hanna arendt ni el anterparaiso de zurita
antonia no había leído a hanna arendt ni el anteparaíso de zurita
ni los mensajes de bolaño y los perros románticos
pero las palabras pintadas en el cuerpo
las palabras pintadas en su pollera
pintadas en el árbol de la vida
lo decían :: el amor es amoral
::
antonia se levanta de puntillas sobre los tejados y las bienvenidas
de los cabellos tornasolados de mi padre
se levanta y besa a las wawas de noviembre
a los peregrinos que escalan las montañas
a las niñas que hacen un hoyito en la playa
al ojal sin pesadilla
al último botón de la mañana
amanecer desigual en las quebradas de esta patria
amanecer en el último vagón
entre cactus café y balas inventadas por los hombre
sonrió la sandía pepitas negras en el corazón
(coro)
prisionero de fantasmas
¿qué sabes de los bosques muertos? ¿ del agua agridulce del estanque?
¿qué sabes del pecho ensangrentado? del andar? ¿del mar y la
añoranza?
qué sabes de la adrenalina de la noche?
de la endorfina?
¿de construcción civil y botamán[1]
sonrió la sandía pepitas negras en el corazón ya no sabía a
crueles mediodías ni a pisco sino a lentejuelas de chocolate
en el paraíso silvestre de maría
[1] Botamán: pensar, actuar , hacer con belleza. concepto filosófico de la comunidad Camëntsá de Colombia que conocí gracias al poeta Hugo Jamioy Juagibioy?
grafiti
como en cualquier parte del mundo bambolean atuendos en el aire haz de niebla se lleva la esperanza un perrito lanudo acompaña a muchacho veinteañero escriben un inmenso grafiti:: “juanlu fuga” se divisa con letras negras la pared roja y taciturna camina en zapatillas blancas el semáforo no se prende si no para contar los aires hoy risueños de sus pasos muchachas y muchachos púberes arropadxs en clásicos jeans conversan animadxs y sus encendedores abrigan la mañana mientras tanto a pasos agigantados quisiera correr la arboleda temerosa de la bacteria asiática que ha atacado a las palmeras azul es la cancha de fútbol por la que circulan miles de escarabajos con una espectacular mochila al hombro me empino y veo germinar las ramas de florecillas sonrosadas algarabía de voces infantiles en la escuelita las salinas mi corazón se hace de sal al imaginarte jugando en la sala de casa que está al otro lado del atlántico en ventanales milenarios.
: hoy es una mañana menos fría en esta ciudad fantasmal
II
me alisto a comprar el diario en el kiosko de la esquina me sorprende la sonoridad de los autos la sonrosada lluvia de temblores el llanto y las palabras de una niña en un idioma distinto al mío que comprende mis apresurados gestos la madre subsahariana con un pañuelo turquesa sobre el cabello suavemente ensortijado pasa vertiginosa con su bebé entre los brazos y otro en el coche azul de la mañana
antonia no había leído a hanna arendt ni el anteparaíso de zurita
ni los mensajes de bolaño y los perros románticos
pero las palabras pintadas en el cuerpo
las palabras pintadas en su pollera
pintadas en el árbol de la vida
lo decían :: el amor es amoral
::
antonia se levanta de puntillas sobre los tejados y las bienvenidas
de los cabellos tornasolados de mi padre
se levanta y besa a las wawas de noviembre
a los peregrinos que escalan las montañas
a las niñas que hacen un hoyito en la playa
al ojal sin pesadilla
al último botón de la mañana
amanecer desigual en las quebradas de esta patria
amanecer en el último vagón
entre cactus café y balas inventadas por los hombre
sonrió la sandía pepitas negras en el corazón
(coro)
prisionero de fantasmas
¿qué sabes de los bosques muertos? ¿ del agua agridulce del estanque?
¿qué sabes del pecho ensangrentado? del andar? ¿del mar y la
añoranza?
qué sabes de la adrenalina de la noche?
de la endorfina?
¿de construcción civil y botamán[1]
sonrió la sandía pepitas negras en el corazón ya no sabía a
crueles mediodías ni a pisco sino a lentejuelas de chocolate
en el paraíso silvestre de maría
[1] Botamán: pensar, actuar , hacer con belleza. concepto filosófico de la comunidad Camëntsá de Colombia que conocí gracias al poeta Hugo Jamioy Juagibioy?
grafiti
como en cualquier parte del mundo bambolean atuendos en el aire haz de niebla se lleva la esperanza un perrito lanudo acompaña a muchacho veinteañero escriben un inmenso grafiti:: “juanlu fuga” se divisa con letras negras la pared roja y taciturna camina en zapatillas blancas el semáforo no se prende si no para contar los aires hoy risueños de sus pasos muchachas y muchachos púberes arropadxs en clásicos jeans conversan animadxs y sus encendedores abrigan la mañana mientras tanto a pasos agigantados quisiera correr la arboleda temerosa de la bacteria asiática que ha atacado a las palmeras azul es la cancha de fútbol por la que circulan miles de escarabajos con una espectacular mochila al hombro me empino y veo germinar las ramas de florecillas sonrosadas algarabía de voces infantiles en la escuelita las salinas mi corazón se hace de sal al imaginarte jugando en la sala de casa que está al otro lado del atlántico en ventanales milenarios.
: hoy es una mañana menos fría en esta ciudad fantasmal
II
me alisto a comprar el diario en el kiosko de la esquina me sorprende la sonoridad de los autos la sonrosada lluvia de temblores el llanto y las palabras de una niña en un idioma distinto al mío que comprende mis apresurados gestos la madre subsahariana con un pañuelo turquesa sobre el cabello suavemente ensortijado pasa vertiginosa con su bebé entre los brazos y otro en el coche azul de la mañana
Carolina O. Fernández es profesora e investigadora de la UNMSM y autora de los poemarios Una vela encendida en el desierto y Un gato negro me hace un guiño. A tientas quedó finalista en el último Premio Copé de Poesía 2015. Sobre discurso, cultura y poder tiene publicados los libros: Poéticas afroindoamericanas. Episteme, cuerpo y territorio (2014), Procesos de descolonización del imaginario y del conocimiento en América Latina. Poéticas de la violencia y de la crisis (2004) y La letra y los cuerpos subyugados. Heterogeneidad, colonialidad y subalternidad en cuatro novelas latinoamericanas (1999).
A tientas de Carolina O. Fernández se publicó en la sección Reseñas de Inusitado Fulgor de Agenda CIX el 27 de noviembre de 2016.